La ropa es sin duda uno de los gastos principales del presupuesto. ¿A quien no le gusta ir linda de la muerte? Pero realmente como gasto, también puede ser controlado y el bolsillo lo agradece en gran manera.
Dentro de nuestro presupuesto tenemos que saber elegir las prendas con una mayor calidad, al objeto de que duren más, no adquieran vicios de deformidad ni arrugas insalvables, etc.
No hay reglas "sagradas" al efecto pero si que pueden serte útiles estos sencillos consejos para rentabilizar tu armario y no caer en el dispendio innecesario.
- El corte de la prenda es tan importante como el tejido. Si hay calidad, la prenda no se deformará y durará al menos dos o tres temporadas, dependiendo del cuidado y mantenimiento que hagas.
- Las telas que se arrugan poco son mejores que las que sí se arrugan, además esto te permitirá un mejor y más fácil planchado, son más cómodas y resultan más elegantes, ahorrándose tiempo en llevarlas perfectas.
- Cuando te pruebes algo, antes de llevártelo a casa imita tu estilo andando, obsérvate en el espejo con calma, imita tus gestos habituales, siéntate... en fin, puedes descubrir más ventajas o inconvenientes de los que creías en la prenda.
- Forros, costuras, bolsillos, botones, ojales y demás elementos están bien cosidos y rematados y tu te vas mucho más a gusto, ¿verdad?
- No compres extravagancias, las tendencias en moda van y vienen y lo que hace dos años que te comprastes, vuelve a ser ponible por factores como el color, hechura de la prenda, etc.
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