Hemos de tener especial cuidado con los productos que apliquemos sobre el cabello fino. Ya sean champús, tintes, etc., el cabello puede perder su vitalidad.
Además tengamos en cuenta que el cabello fino cuenta con poco espesor y una estructura capilar muy frágil. Se seca con más facilidad, sobre todo en la parte de las puntas. Y es más sensible a las agresiones externas que lo vuelven más graso y apelmaza las raíces.
Los profesionales esbozan en en estas reglas el buen cuidado del cabello fino:
- Una regla de oro para la aplicación de todos los productos para cabello fino: no te excedas con la cantidad. Utiliza siempre un champú de volumen para cabellos finos.
- Normalmente este tipo de cabello es difícil de desenredar si no aplicamos un acondicionador. Como este producto apelmaza las raíces, reserva su aplicación únicamente para las puntas del cabello.
- El cabello fino tiende a verse graso y su volumen recae muy fácilmente. Lávalo y trátalo a diario.
- El gran secreto de belleza para los cabellos finos se encuentra en la coloración. Unas mechas un poco más claras aportan volumen y profundidad al cabello. Además, con la decoloración, la cutícula del cabello se vuelve rugosa y ello le otorga más espesor.
- Otro truco: no te hagas siempre la raya en el pelo en el mismo sitio. Cambiándola de lado o incluso desplazándola tan sólo unos centímetros, cambias la orientación de las raíces y consigues más volumen.
- El elixir mágico: los aceites capilares proporcionan un brillo instantáneo al cabello. Tu cabello fino también puede permitírselo siempre y cuando te apliques poca cantidad, y sólo en las puntas del cabello y algunos mechones. Conseguirás algunos reflejos más brillantes sin apelmazar tu cabello.
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